Los plásticos garantizan los alimentos y el agua a una población creciente

En 2010, cerca de 1.000 millones de personas sufrían desnutrición, principalmente en los países en vías de desarrollo. Se espera que la población mundial experimente un crecimiento considerable y que alcance los 9.000 millones de personas en 2050. Para poder ofrecer un nivel de vida aceptable a todo el mundo, serán necesarios tanto las nuevas tecnologías como un estilo de vida más eficiente a nivel de recursos. Los plásticos pueden contribuir de muchas formas para hacer frente a este desafío. El uso de plásticos en agricultura para mejorar las condiciones de cultivo puede suponer que las cosechas se tripliquen. Los invernaderos con control de temperatura, por ejemplo, permiten producir 33 kg de tomate por metro cuadrado, mientras que un cultivo al aire libre a duras penas produciría 9 kg por metro cuadrado. Los túneles de plástico permiten la producción de alimentos y varias cosechas en entornos que de otro modo se considerarían demasiado secos, fríos o poco fértiles, mientras que los nutrientes que contienen las bolsas de plástico o los contenedores podrían favorecer el crecimiento hidropónico de cultivos allí donde no se dispone de tierra. Estos cultivos también pueden protegerse de las inundaciones gracias a los invernaderos de plástico anclados (que actualmente se están fabricando en los Países Bajos) que flotan en caso de que suba el nivel del agua. En 2025, 2.000 millones de personas vivirán en países o regiones con una escasez total de agua. Los conductos de plástico pueden transportar agua, prácticamente sin fugas, a largas distancias, así como abastecer a las redes de distribución de pequeño diámetro. Los conductos de plástico utilizados en los sistemas de irrigación computerizada ayudan a los agricultores a ahorrar grandes cantidades de agua. Los sistemas de goteo de plástico montados sobre conductos de plástico ofrecen un riego a medida en cualquier situación topográfica evitando la pérdida de agua y resistiendo a los daños. Por último, cuando la escasez de agua se vuelve crítica, los plásticos permiten que las tecnologías desalinizadoras y las “superredes de plástico” para los conductos de agua de larga distancia garanticen un abastecimiento del agua higiénico y exento de fugas. Fuente: Plásticos, el material del siglo XXI Para más información: www.plasticsconverters.eu www.epro-plasticsrecycling.org www.plasticsrecyclers.eu www.plasticseurope.org