El Reglamento número 510/2011 de la Unión Europea ha revisto una serie de modificaciones aprobadas por el Parlamento Europeo el 11 de mayo de 2011. Se plantea la reducción en la emisión de los CO2 de los vehículos comerciales ligeros dentro del marco de las normas que regulan el comportamiento en lo que concierne a la emisión de gases de los transportes ligeros.
Para 2020 el objetivo es llegar a 147 g de CO2/Km para esta serie de vehículos comerciales ligeros. Aunque se consiente como excepción, los pequeños fabricantes de vehículos.
Se observa las emisiones de gases de efecto invernadero que tienen que ver con el suministro energético, y la fabricación y la eliminación de vehículos como las actividades que más emisiones generan. Son las culpables de la mayor cantidad de emisiones, por tanto se preve que sean las que más cura se tenga. Para ello, en el futuro se deberán adoptar políticas para que los productores dirijan sus acciones hacia soluciones óptimas que contemplen en ellas el control en la emisión de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de energía de los vehículos, así como en la electricidad y los combustibles alternativos. También deben tener en cuenta que desde la fuente no se malgaste el beneficio obtenido en la mejora de la utilización de la energía de los vehículos.
Fuente: Econoticias